"Eres una monada. Si quieres, te puedes quedar en casa toda la vida". Mirando tiernamente a Tanguy, Paul y Edith Guetz no podían imaginarse hasta que punto esta declaración sería profética. 28 años después, Tanguy sigue allí. Brillante, estudiante modelo, encantador, seductor, Tanguy sigue viviendo en casa de sus padres y está encantado. Y aunque Paul, sutilmente, sea el primero en bromear con el tema, hablando de su niño grande, los Guetz viven en plena armonía, o eso parece...
Más de 5 millones de espectadores en Francia.
“La película hace gala de una sana mala leche. Brillantemente ingenisosa y divertidísimamente maliciosa.” (LA RAZÓN)
“Inteligente, divertida... la comedia francesa en plena forma.” (EL PAÍS)